A ninguna parte

-Buenas tardes.

-Quisiera un billete.

-¿A dónde?

-Lo más lejos posible.

-¿Lo más lejos posible?

-Sí.

-¿No le importa a dónde?

-No.

-El destino más lejano que se puede alcanzar desde aquí es Siberia.

-Pues deme un billete a Siberia.

-¿Para cuando?

-El primero que haya, por favor.

-¿Ida y vuelta?

-Sólo ida.

-A empezar una nueva vida, ¿no?

-Eso intento.

-¿Infeliz?

-Todo lo contrario.

-¿Entonces? ¿Es feliz y se va?

-Soy demasiado feliz. Si me quedara aquí acabaría por estropearlo.

-No lo comprendo.

-No pretendo que me comprenda. Sólo que me venda mi billete.