Aún podrás volar en sueños

Las alas desplegadas le dan un aire majestuoso que el resto de su figura, descuidadamente apoyada en el muro, no parece acompañar. A pesar de ser una estampa extraña, el hombre no parece inmutarse y sigue caminando hacia delante.

-A ellos puedes engañarles pero no podrás confundirme a mi.

El hombre detiene su paso y mueve la cabeza lentamente hasta mirarle. El ángel se impulsa con una pierna sobre el muro para ponerse de pie y se le acerca.

-No tienes por qué mentirme. Los demás creen que estás loco pero yo te conozco lo bastante como para saber que tomaste la decisión por una razón convincente.

El hombre continúa mirándole sin hablar. Durante unos instantes se miran a los ojos en silencio hasta que el ángel vuelve a abrir la boca.

-Sin embargo, cortarse las alas es la decisión más radical que puede tomar un ángel. Tuvo que ser una razón muy fuerte para que lo hicieras.

El hombre levanta la mirada y observa las estrellas mientras suena su voz ronca.

-Tú no podrías comprenderlo. No eres uno de ellos.

-Tú tampoco. Puede que te hayas cortado las alas pero no eres mortal. Sigues siendo un ángel.

-Puedo leer sus pensamientos y comprenderlos mejor.

-Entonces explícame. ¿Por qué lo hiciste?

-Era ella… es… difícil de explicar.

-Te dijimos que acabaría mal, que no merecía la pena ser su ángel de la guarda. Hay cosas que no podemos cambiar. Y ella era una. Sabías que acabaría mal y que ello te afectaría. A pesar de todo…

-Sólo quise darle una oportunidad.

-Voy a serte sincero. Los demás creen que estás loco y eso que no saben lo que yo sé…

-¿Y qué es lo que tú sabes?

-Puede que tú leas mentes, pero yo veo a distancia. Y ví cómo murió.

-Entonces no sé por qué preguntas. Ya lo sabes todo.

-No, hay algo que no entiendo. Tú no querías que muriera.

-No.

-Pero murió ahogada.

-Sí.

-Y tú la ayudaste…

-Era lo que ella quería.

-Aún así. Has visto muchas muertes. ¿Por qué te afectó tanto? Cortarte las alas… es duro.

-Ya dije que no podrías comprenderlo.