Ahogándose en su propia existencia

Hijas bastardas de Poseidón con sus amantes, repudiadas y perseguidas, deformes, híbridas estériles condenadas a vivir inmortalmente navegando las aguas. Pocas penas hay mayores que la de ser una sirena. Hubo un tiempo en el que fuimos perseguidas por los marineros y jugábamos con ellos a los amores imposibles. Pero cuando algunas de nosotras fueron capturadas para no volver nunca más decidimos ocultarnos del mundo y vivir aisladas, como nuestro padre nos ordenó en su día.

Desengañadas, tras unos siglos de solitaria existencia, algunas de nosotras decidieron dejarse secar en alguna roca para no tener que continuar cargando con su propia vida. Pero es una muerte lenta y dolorosa, y la tentación de dejarse caer de nuevo al agua es demasiado apetecible. Hace falta una gran fuerza de voluntad para conseguirlo. A pesar de todo, hay rocas aisladas enmedio del oceáno que guardan los restos de algunas de nuestras hermanas, rodeadas con las joyas y los adornos que un día las hicieron felices. Eternas novias del mar.

Solas, eternamente solas, alejadas de todo por la medida del tiempo. Aquellos mozos marineros que paraban su barco por unas horas para aliviar mi soledad no son ya ni polvo, todo lo que un día creí conocer ha desaparecido. Los únicos que permanecemos somos el mar y las sirenas. Las sirenas, eternamente atadas al mar.

Las más aventureras y decididas de nosotras hace tiempo que se alejaron, bien para irse a vivir a tierra, bien para dejarse secar. Sólo quedamos unas pocas, silenciosas, tristes, acosadas por nuestros recuerdos, viejas y cansadas de nuestras vidas, temerosas de nuestro propio futuro. Solitarias sirenas.

Dicen algunas que llegará el día en que se nos otorgue el poder de transformarnos en mujeres completas y nos mezclaremos entre los mortales. Pero yo dudo que eso cure este vacío que llevo dentro. Este vacío que me acompaña desde que alguien me prometió una vez volver para llevarme a su reino y nunca más regresó. No quiero más mortales con sus falsas promesas. Sólo quiero que esto termine.