Apocalipsis

Densas llamaradas iluminan a los dos amantes, que se miran fijamente a los ojos, ajenos completamente a la destrucción. El universo entero cae por momentos, pero ellos están absortos en su intercambio de miradas. Nada les importa salvo que están juntos, al fin, después de todo. Con una mano temblorosa acaricia su pelo mientras le susurra suavemente, con dulzura. Su voz se pierde en el estruendo que les rodea.

“¿Te das cuenta que has tenido que imaginar un escenario completamente apocalíptico para poder vernos juntos?”

“No me importa. Te quiero.”

Ambos se funden en un apasionado beso mientras lo que queda del universo se deshace bajo sus pies.