Abrazos epistolares

A veces siento la necesidad de escribirme cartas. Quizás para recordarme algo, para darme ánimos en tiempos difíciles,… o quizás simplemente para mantenerme fiel a mi misma. Es una extraña ccostumbre la de esconder cartas en sitios recurrentes para encontrarlas en el futuro. A veces son tan simples como una moneda para comprarme un capricho.

Pero la carta que más deseo escribirme es la única carta que jamás podré enviarme. Una breve nota a mi yo del pasado, de mi más tierna infancia:

“Tienes razón. En todo lo que te están haciendo dudar. Sé fuerte.”