En el vacío se establece una onda estacionaria

Soy una onda electromagnética.

Mi vida ha sido breve, pero rápida. A la velocidad de la luz, concretamente. Nací hace 19 nanosegundos. Salí de una lámpara y me propagué en el vacío. Mi longitud de onda hace que la gente me vea de color rojo. Pero, realmente, esto no importa. Dentro de un picosegundo chocaré contra un átomo de manera que toda mi energía, que es mi forma de ser, pasará a éste. Esto provocará que se escinda de unos cuantos neutrones que, en una reacción en cadena, llevará a la muerte térmica del Universo.

Yo, que fuí algo insignificante, seré parte de la causa de grandes acontecimientos.

Todo por encender un foco de luz.