Es sólo un juego…

El tic tac del reloj sigue sonando pero pareces no darte cuenta. Totalmente abstraído, miras fijamente el tablero. Me encanta cuando te concentras, esos ojos oscuros escudriñando el tablero, esos labios moviéndose rápidamente como contando los siguientes movimientos. Apoyas tu mejilla en tu mano semicerrada y con la otra dibujas pequeños círculos alrededor de las piezas capturadas. De pronto paras, mueves con firmeza la mano, casi acariciando la pieza, la dejas caer en su casilla. Triunfante, pulsas el reloj y posas en mi tu mirada.

-Te toca.

Intento concentrarme en el tablero, pero lo único que veo es tu cara, observándome atentamente, como intentando adivinar mis pensamientos. Al final, nerviosa por el tic tac del reloj, cojo una pieza y la coloco donde mejor puedo.

-Tsk tsk…

Me estás mirando con una sonrisa moviendo la cabeza. Por un momento no entiendo lo que quieres decir, hasta que tus ojos bajan rápidamente a mi mano con la pieza y vuelven a subir con un ligero guiño. Notando que mis manos tiemblan y mis mejillas se sonrojan, cambio rápidamente el movimiento y lo coloco en otra parte. Pulso el reloj y vuelvo a mirarte. Me encanta cómo sonríes. Vuelves a bajar la vista al tablero para concentrarte una vez más.

-No prestas bastante atención. Así nunca ganarás.

-Lo sé. Eres demasiado bueno para ganarte.

Sencillamente, me encanta cuando sonríes.