El terror

Una hoja en blanco ante sus ojos. Un bolígrafo sin capuchón en su mano. Miles de ideas y ninguna manera de expresarlas. No es que sienta miedo ante la hoja en blanco, simplemente siente terror. Sabe, porque lo ha vivido ya muchas veces, que en cuanto empiece a escribir las palabras fluirán solas por el papel, a veces incluso adelantándose a su propio pensamiento. Pero ahora mismo no es capaz. No hay manera de comenzar todo lo que tiene que decir, no sabe por dónde atacar. Sin embargo tiene que hacerlo, no puede marcharse sin más, necesita hacerlo, necesita este escape para poder volver a salir a la luz del sol. Y no puede. Cierra los ojos un momento, como intentando eludir la situación. Cuando los abre la hoja sigue ahi, con un blanco casi cegador. Le gustaría poder cambiar el color, escribir sobre negro, seguro que así le sale más fácil. Pero no puede, lo único que tiene es una hoja en blanco y un bolígrafo de color indefinido (aún no lo ha probado) y ganas de escribir. Sabe que en cuanto se aleje del folio un millón de ideas volarán por su cabeza luchando por salir, pero que cuando se sienta para dejarles paso, desaparecen. Siempre hacen lo mismo, como si tuviesen miedo de salir a la luz.

Sin querer ha apoyado el bolígrafo sobre el papel, dejando una mancha azul en la blancura. Automáticamente, como si eso fuese lo que había estado esperando, se abre el grifo y comienza a escribir frenéticamente.