Schrödinger

Y el tiempo pasa.

Lleva años buscando la caja. Desde aquel día en el que no se atrevió a decir nada y se cerró, cuando cayó al mar y desapareció. Y cuando ya había dejado de buscar, la casualidad, este mundo que es un pañuelo, volvió a traerla a su puerta.

Y ahora la caja está delante suya.

Podría abrirla, pero tiene miedo. Tiene miedo de que el gato ya esté muerto. Pero tiene aún más miedo de que esté vivo.

De momento prefiere aferrarse a la posiblidad de que todo salga bien. No se atreve a abrirla y que la probabilidad se convierta en certeza.