He dicho que no

-Hola, soy el universo. Ven aquí.

-No.

-Que sí. Ven aquí.

-No.

-Pero si está todo preparado, mira, justo como a ti te viene bien.

-No me apetece.

-Venga, no te resistas, ven por aquí. Si son sólo dos pasitos.

-Que no. Que yo quiero ir por allí.

-¿Por allí?

-Sí.

-Pero si eso no lleva a ninguna parte.

-Me da igual. Quiero ir allí.

-No puedes.

-Me da igual. Es lo que quiero.

-Eso no tiene sentido. Sé razonable. Esto está bien…

-¡Que no!

-Pero será cabezona… ¡ven aquí!

-Déjame en paz.

-Luego te arrepentirás.

-Pues vale.

-Que lo quitamos ¿eh?

-Pues quitadlo.

-Luego no vengas protestando porque allí no había nada.

-No lo haré. Ya sé que no hay nada. Dejadme en paz.

-Tú misma.