Lógicamente…

Y llegaron las hordas de tautologías y se pusieron frente a las contradicciones. Un contingente escondido en un lejano tablero semántico presenciaba el combate. Las cláusulas vacías volaban a uno y otro lado del campo de batalla sin piedad.

“RAA” gritaban las contradicciones

“LEM” vociferaban las tautologías.

Fue una lucha sin cuartel hasta que la noche estuvo bien entrada. Una bandera con el escudo de Herbrand ardía triste sobre los escombros. El contingente sólo se atrevió a salir cuando todo la calma invadía el campo de batalla. Tropezó y calló sobre un escudo decorado con el emblema de Skolem manchado de refutaciones. Lentamente paseó sobre los literales que habían quedado en el suelo. Una proposición agonizante intentó hacer un modus ponem, pero murió antes de terminarlo. El contingente cogió un cuantificador existencial y se preguntó si habría pertenecido a una contradicción o a una tautología. Era imposible saberlo.

“Esto no es lógico…”