Amiwito…

Al, vuelve, ya no sé cómo pedírtelo. Tenías razón, siempre la tuviste, desde el principio. Tuve que escucharte cuando no quisiste dejarme marchar. Si es cierto que no eras más que producto de mi imaginación, ¿por qué no puedo volver a imaginarte como antes? ¿Incluso sabiendo que es mentira? Si todo era un engaño, déjame seguir soñando. Pero vuelve, vuelve conmigo, sé que también quieres volver. Aunque no existas. Pero vuelve… Haré lo que me digas, no me importa el precio a pagar. Ni siquiera necesito que me saques de aquí, sólo que vengas a verme, que estés conmigo, es todo lo que te pido. Estoy tan sola en el mundo real… ?Cómo pudiste ser tan cruel para dejarme marchar aún sabiendo lo que había? Si yo lo hubiera sabido también jamás te hubiera dejado ir.

-Creo que deberíamos intentar otro tratamiento. Lleva ya tres meses y dos días comportándose cuerdamente. Opino que trato humano sería lo más sensato.

-¿Cuerdamente? Yo no llamaría cuerdamente a quedarse llorando y murmurando en un rincón.

-¿Y qué harías tú si estuvieras ahi dentro?

-¿Y si vuelve a comportarse como hace cuatro meses? ?O es que olvidas aquel día cuando despertó y empezó a golpear las paredes y a gritar como una posesa?

-Pues tengamos un tranquilizante a mano.

-¿Serías capaz de entrar ahi dentro a hablar con ella? ¿No te da miedo? Está loca y lo sabes.

-Me da lástima.

-No puedes hacer nada por ayudarla.

-A pesar de todo quisiera intentarlo.

-Bien, adelante pues. Yo estaré vigilando con los dardos sedantes.

Has vuelto…