Pinturas

No, no puede explicarlo. Son imagenes, situaciones que surgen dentro de su mente. Al principio son difusas: una palabra, un gesto. Pero luego van tomando forma y, como la fruta madura, llega un momento en que pesa demasiado. Y hay que dejarlas ir.

Entonces es cuando transforma la idea en colores y deja que el pincel haga su trabajo. No es él quien maneja el pincel, es una entidad superior que va formando las figuras y los colores hasta que por fin, agotado, da un paso atrás y mira la obra. Entonces, esa idea que había estado atormentándole queda atrapada en el lienzo, dejándole al fin descansar. Aunque sólo hasta que la siguiente idea le atrape.

No pinta para los demás. No pinta por ocio. Tampoco pinta por hacerse el interesante. Pinta porque necesita pintar, porque es la única vía de escape que conoce para todas esas ideas que se empeñan en dar vueltas en su cabeza. Pinta para ser libre. El hecho de que los cuadros acaben en una pequeña exposición es sólo circunstancial.