Frío

Se acurruca un poco más intentando buscar el calor, pero la manta está fría y tiesa y le raspa la piel. Podría intentar huir de allí, pero acabaría congelado antes de llegar a ninguna parte. El frío que hay fuera es aún más terrible que el que le rodea aquí dentro. Nota como su corazón palpita con fuerza, pero la sangre no consigue llegar más allá de su pecho. Siente los labios amoratados y los pies dormidos. Intenta llorar pero no puede. Nunca ha sabido llorar. Se le queda la garganta cogida y los ojos se le nublan, pero no es capaz de romper a llorar. Vuelve a revolverse intentando buscar una postura más cómoda, pero siente que se ahoga cada vez más y más.