Todos en soledad
¿Cómo? ¿Cómo explicarles que yo soy ellos? Amigo, enemigo, amante, vecino, vagabundo, millonario, … Sean quienes sean, yo formo parte de ellos. Lo he visto. Ahora, cuando la muerte me acecha, cuando ya será imposible que me comunique, es cuando lo entiendo todo. Les miro a los ojos y veo sus vidas pasando delante de mi. Las he vivido, las conozco, las he visto. Me cuesta trabajo respirar. El tubo que me conecta a esa máquina no me deja decirles nada.
El Principio
Está nerviosa. Juguetea con mi bolígrafo desmontándolo y volviéndolo a montar. Saca el muelle y lo vuelve a poner en su sitio. Finalmente me mira, por primera vez, a los ojos. -¿El principio? -Sí, todo, desde el principio. Tenemos que volver al orígen para entender qué pasó, para que lo superes y vuelvas a ser libre. -El principio… – vuelve a alejar su mirada de mí, sus ojos se desenfocan y agarra el bolígrafo con fuerza – Al principio, no había nada.
Monstruos
Tengo miedo de los monstruos. Sí, parece mentira, una mujer hecha y derecha como yo, con miedo de los monstruos. Mirando bajo la cama, o peor aún, sin atreverse a mirar bajo la cama con la certeza de que un ser peludo y babeante de colmillos sangrientos me está esperando. Siempre me han dado miedo. Momias, vampiros, aliens, Espinete, gnomos, trolls, brujas, ogros, fraggles, … Seres salidos de la imaginación de alguien que cobran vida cuando apagas la luz.
Uno, dos…
Uno, dos… golpe seco. Uno, dos… golpe seco. Sabe que tarde o temprano le llegará su turno. Lo ha visto venir, lo sabe, pero no puede evitar tener una leve esperanza de que se olviden de él. No ha intentado escapar, porque sabe que sería mucho peor. Los que intentan escapar pasan antes. Esto es solo un pequeño respiro. Casi que preferiría que todo terminara ya, porque… no. Prefiere que no termine.
Nunca des nada por supuesto
Te sorprendería saber que probablemente, mucha gente lo de por “no supuesto”.
Pinturas
No, no puede explicarlo. Son imagenes, situaciones que surgen dentro de su mente. Al principio son difusas: una palabra, un gesto. Pero luego van tomando forma y, como la fruta madura, llega un momento en que pesa demasiado. Y hay que dejarlas ir. Entonces es cuando transforma la idea en colores y deja que el pincel haga su trabajo. No es él quien maneja el pincel, es una entidad superior que va formando las figuras y los colores hasta que por fin, agotado, da un paso atrás y mira la obra.
Alguien
Se sienta en un sillón, enciende un cigarro y espera. La respiración suena pausada, sin ronquidos. Sus ojos están cerrados sin apretar, dejando simplemente que los párpados rodeen los ojos. No parece tener preocupaciones. Ni tampoco un despertador. Si al menos se acordase de su nombre, le despertaría. Pero viéndolo tan tranquilo en su cama le da hasta vergüenza pedirle que le acerque a casa. No es la primera vez que despierta en casa de un desconocido, claro está.
Mentiras
De los creadores de “La infancia es la mejor época de la vida.” y los productores de “Estudiar es mejor que trabajar” llega “Vivir en casa de los padres es mejor que independizarse”, próximamente en sus pantallas.
Ratas
Las paredes son oscuras, húmedas, completamente lisas. Ha intentado escalarlas alguna vez, pero hace tiempo que desistió porque sabe que es inútil. Sabe que está allí porque hizo algo malo, pero es complicado recordar el qué, porque hace mucho que lo olvidó. Y ese, en parte, es el problema. Porque tiene la remota idea de que si pide perdón, si se arrepiente, entonces podrá salir libre. Pero lleva tanto tiempo ahi dentro que es imposible que pueda acordarse.
Regreso
–¡Has vuelto! -He vuelto. -Te he echado tanto de menos, he soñado tantas veces con este momento… No podía soportarlo más. -Te lo advertí. Pero no quisiste escucharme. -¿Y yo cómo iba a saberlo? No podía saberlo. -Debiste confiar en mí. -Eso no importa ahora. Ahora nada importa. Ahora haré todo lo que me pidas. -Debo advertirte que esta es sólo una visita. -¿Sólo una visita? -No puedo quedarme contigo ahora que sabes la verdad.